Liderando con tacones

¿Te imaginas a bordo de un barco sin capitán? No sé a ti, pero a mí me empieza a entrar mareo y no por las olas, sino por el miedo. Aunque posiblemente en unos años seamos sustituidos por computadoras, como dice “Maverick (Tom Cruise, en Top Gun)”: “Tal vez sí, pero no hoy”. El barco puede ser maravilloso, pero sin alguien que lo dirija no se moverá. Nadie que no seas tú puede mover el barco porque nadie puede decidir por ti. Así comienza el liderazgo, con una decisión. La decisión de adentrarte en el mar, aceptar el miedo mientras agarras el timón y empezar a mover el barco para navegar por ese mar llamado vida.  

Si acudimos a la R.A.E. (Real Academia Española) nos dirá que liderar significa: “encabezar, guiar, dirigir…”

Cuando acudo a las empresas para formar a futuros líderes quieren que la gente les siga (en algunas ocasiones, que les obedezcan, pero mandar no es liderar) porque, ¿qué sería de un líder sin seguidores? Sin embargo, en ocasiones les pregunto: “¿quién es tu mayor seguidor?” Y en raras ocasiones la respuesta es “yo”. Para poder liderar a los demás, debemos aprender primero a liderarnos. Para que la gente nos siga debemos creer en nosotros. No se trata de ser pretenciosos y conformistas, se trata de creer. El poder no radica en saber, sino en creer. Creer es la capacidad de poder llevar a cabo cualquier cosa sin la certeza de tener todos los conocimientos, habilidades y experiencia y, aun así, hacerlo (independientemente de que se consiga o no). Creer proviene de “ese lugar” que desconocemos pero que nos potencia y levanta cuando nuestro cerebro grita “no lo vas a conseguir”, pero “ese lugar” grita con más fuerza “yo puedo”. 

Para llegar a conocer un poco más ese lugar debemos conocernos y ahí comienza el liderazgo, en el autoconocimiento. Comencemos a averiguar quiénes somos. Sin duda una de las preguntas más difíciles de contestar es ¿quién eres? Porque quién eres no es ni tu nombre, ni tus estudios, ni tus roles. Va más allá. Va de conocer tu esencia, aquello que estés donde estés y vayas a donde vayas siempre te acompañará. Aquello que te identifica, que te define, que te levanta cuando te caes, que te conecta. Para contestar a esta pregunta, en las siguientes lecciones te mostraré las herramientas que nos ayudarán a hacerlo.

Pero antes de estas actividades, me gustaría compartir una enseñanza que aprendí los primeros días de mi formación como coach y que desde entonces acompaña a mis clientes y a mí.  Creo sinceramente que te ayudará en tu proceso de liderazgo. 

Esa enseñanza o pilar, como la llamamos en coaching, es: “Las personas, por naturaleza, somos completas, creativas y estamos llenas de recursos”.

Somos completas. No nacemos incompletas, ya nacemos con todo lo necesario para llevar una vida plena. Así que desterremos ya la famosa frase de “busca a tu media naranja”: ya somos naranjas completas. Podemos afrontar todas las vicisitudes que nos depara la vida porque estamos preparados para ello. Lo cual no significa que decidamos libremente hacer ese camino acompañados de naranjas,  limones, pomelos, manzanas…

Somos creativas. En ocasiones la creatividad se asocia solamente a temas relacionados con el arte  y pensamos que si no pintamos, esculpimos, escribimos o componemos no somos creativos, pero la creatividad está en todas partes. Puede ser desde llegar a fin de mes con 800€, como preparar un bocadillo sabroso a tu hijo o terminar cada día las tareas del trabajo. Ser creativo es ser original y, aunque es cierto que a los seres humanos nos ocupan prácticamente las mismas cuestiones, cada cual es distinto como certifica nuestro ADN y huella dactilar. Por cierto, gran descubrimiento de la ciencia y si no que se lo digan a Sherlock Holmes o a John Douglas y Robert K Ressler, investigadores reales y llevados a la ficción en la serie Mindhunter (serie que te recomiendo); cómo habrían cambiado sus casos si en aquel entonces hubieran existido las pruebas pertinentes. Además, ser original implica ir al origen y nuestro origen es la niñez. Ahí radica siempre nuestra mayor esencia, donde todo es tan auténtico y, por eso, en este curso vas a tener que acudir a esa niña auténtica que eres. Ella te está esperando para navegar juntas en tu proceso de liderazgo. 

Estamos llenas de recursos. Nuestro cerebro es la máquina más productiva que existe, solo tenemos que aprender a manejarla para que sea nuestra aliada y no nuestra enemiga y en este curso aprenderás. Te voy a ayudar a sacarle la mayor rentabilidad a tu máquina. 

Liderar tiene que ver con llevar la vida que quieres llevar, pensar lo que quieres pensar, elegir desde quién eres y no desde quién deberías ser. Todo ello a los nudos, a la velocidad que necesites, porque tú eres la capitana. ¡No lo olvides! 

Ahora que ya conocemos un poco más sobre el concepto de liderar, ¿qué te parece si soltamos amarras?